Gernot Minke.
El legado de las técnicas antiguas de construcción se ha venido enriqueciendo con el uso de nuevos procesos y tecnología, factores que nos han permitido llegar a las magníficas construcciones de hoy en día, pero es tal el puto de avance, que se llega a olvidar los materiales "raíces" de la arquitectura. Arcilla, limo, arena, gravilla, caceina y aceite de linaza fueron y son ahora la competencia del hormigón armado.
La construcción artesanal de edificaciones con barro, son tan resistentes y duraderas como las de hormigón, su exactitud y precisión en la puesta de cada bloque de ladrillo crudo es exacta, y su duración incluso mayor.
La arquitectura sostenible propone una serie de procesos para la producción de materia prima donde no se involucra tanto gasto de energía y polución hecha por las máquinas industriales, ya el petróleo deja de ser una fuente de alimento indirecto y las máquinas dejan de ser el remplazo para los trabajadores. Los materiales usados en estas edificaciones tienen como principal componente a la naturaleza; "todo se encuentra ahí afuera", ya dejan de ser necesarios materiales como el hierro, la mezcla de cemento, hasta los materiales compuestos que se utilizan para una resistencia mayor, todos éstos son desplazados por el barro, la grama como cubierta "techo vivo", la madera laminada, la paja, y la caña de bambú entre otros. Como diseñador tengo otra perspectiva de los materiales, pero ante la mirada de otra persona que se desarrolle en otro campo, probablemente una vara de bambú no le es lo suficientemente fuerte visualmente, y no dudaría en decir "no" al momento de incorporar uno de éstos materiales. Por ésta razón todos los nombrados anteriormente son puestos a pruebas de compresión, flexión, contracción, para verificar que realmente pueden aguantar todo ese peso y las condiciones del medio ambiente.
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